miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capítulo 15 :DD


Hola, hola, gente que está frente al ordenador esperando a que llegue este fantabuloso capítulo (?)
Si, sí, queridos tributos, en este capítulo llega lo interesante de la historia :DDD
No os digo más, disfrutadle mucho.


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Capítulo 15 - Katniss.

Miro a las personas. Todas llevan armas extrañas. Hacen mucho ruido y disparan algo casi invisible. Algo negro, con mucha velocidad. Lo primero que hago es colocar una flecha en el arco. Miro fijamente a las personas.

Una chica clava su vista hacia mí. No la distingo bien desde aquí, pero parece rubia. Se aleja del grupo y va sigilosamente hacia mí. O eso cree. Porque la he visto. Cuando está a punto de pasar la Alambrada, un chico de pelo moreno, creo que castaño muy oscuro, se planta delante de la rubia.

-Tris, ¿que narices está haciendo?-el chico parece enfadado. Tiene un toque preocupado en la voz.

-Creí oír algo. Estaba explorando. Sé que usted es mi Instructor, Cuatro, pero yo decido qué hacer y qué no hacer -me tapo la boca con la mano para evitar reírme. ¿Cuatro? ¿Qué nombre es ese?

-Vale. Pero ten cuidado. 

No logro verlo muy bien, pero creo que rueda los ojos antes de darse la vuelta y marcharse.

De nuevo, esa chica, Tris o como se llame, cruza la alambrada. Tenso el arco lentamente. Ella prepara ese arma que me da escalofríos. ¿Que hago? Si decido correr, podría matarme. Mejor salgo ahora e intento dispararla. Igual no tiene buenos reflejos.

-¿Hay alguien ahí?-sigue con el arma preparada. 

Sigue acercándose. Me decido y salgo. Arco en mano. Cuerda tensada. 

-Yo.

Automáticamente ella apunta a mi cabeza. Yo apunto a la suya.

-¿Quién eres?-dice ella, algo confundida, pero con la voz firme. 

-No tengo por qué decírtelo.

-¿Vives aquí?-su voz aparenta ser autoritaria; sólo lo aparenta. Me hace gracia que quiera parecer mayor 
que yo, o solo que piense que puede darme órdenes a mí.

-¿Por qué me preguntas todo esto? ¿Y que haces en mi Distrito?

-Aquí soy yo la que hace las preguntas.

No lo soporto más; suelto una carcajada.

Ella me mira, intentando parecer indiferente. Aún así, se ve una pizca de curiosidad en esos ojos azules. Me duele la barriga de tanto reírme. Suelto el arco y me pongo la mano en la barriga.

-¿Quién te crees que eres?-digo, aún salen pequeñas risitas de mi boca.

-¡Cuatro! ¡Ven!-Las carcajadas aumentan.

-¿Qué nombre es ese? 

-Es un apodo.-Me fulmina con la mirada, bueno, en realidad, lo intenta.
Intento ser amable y positiva.

-Encantada, soy....-Dudo en decir mi nombre, pero, que mas da.-Katniss.

Ella duda. Finalmente, aparta la pistola y dice:

-Me llamo Tris. Soy de la Facción Osadía. ¿De qué facción eres tú? 

-Aquí no hay de eso. 

-Ah.

-¡Tris!-Cuatro se acerca.

-Me caes bien, Tris.

-Y tú a mí.

-¿Nos vemos mañana?-Digo, me cae bien de verdad.

Duda. Finalmente asiente. Vuelvo a hacer una pregunta:

-¿Puedes decirle a Cuatro que no has visto nada? Por favor.

Ella sonríe tímidamente.

-Claro, tranquila.-Parece de fiar.

-Muchas gracias. Pásatelo bien con Cuatro.-No puedo evitar soltar unas risitas.

Ella rueda los ojos. Me alejo con los conejos y las ardillas en las manos.
Llego a oir la voz de Cuatro diciendo:

-Tris, ¿estás bien?

-Sí, gracias Cuatro.

-¿Has visto algo?

Paro en seco y me quedo paralizada esperando qué dice:

-No, sólo era un conejo.-Miente bien.

Sonrío.

Sigo corriendo. Más vale que cace algo.

Cazo tres conejos más y vuelvo a la cabaña.

Cuando llego, exausta, todos me preguntan qué me ha pasado.

-Un perro salvaje.-Me limito a decir.

Sonrío inocentemente.

-¿Qué has traído?

-Dos ardillas, dos cotorras y cuatro conej.....-Me río al decir el nombre "Cuatro".

-¿Estás bien?

-Si, si. No es nada.

-Vale.

Les doy las presas. Gale llega, con una sonrisa triunfante en la cara. Pone las manos en su cintura y dice: 

-¿A que no sabéis que he conseguido?-Dice en tono misterioso.

Según lo dice, la bombilla se me ilumina.

-No puede ser.

-Sí, así es. Hace mucho que no veía un ejemplar semejante.

Corro en su dirección y me paro justo un metro antes de tocarle.

-¿Dónde está?-Digo, emocionada.

-Ven.

Lo sigo por el bosque. 

-Espera aquí. Cierra los ojos.-Obedezco.

Pasa un par de minutos, y una voz dice:

-Abrelos.-Los abro despacio. Me fijo en el maravilloso ejemplar.

Un ciervo.

De carne y hueso.

Toco su esbelto pelaje. No es una alucinación.

-¡Gale! ¡Has cazado un ciervo!-Los ojos me brillan de la emoción. Hace meses que no veía uno. Puede que años.

-Sí, he estado dos horas enteras, y lo conseguí.-Gale sigue triunfante.

-Es increíble. ¿Te ayudo? 

-Sí, por favor. Cógele de la cornamenta. Pesa más de lo que parece.-Me guiña un ojo.

Agarro la cornamenta. Jobar, si que pesa.
Lo llevamos a la cabaña.

Aparto la rama que nos lleva a la pequeña casita, y muestro a todos nuestra presa.
Me río para mis adentros. Todas esas caras de estupefacción merecen ser fotografiadas.
Todos corren a ayudar con el animal.

-Gale... Es... Increíble...-Dice Hazelle.-Nos alimentará durante una semana o incluso ¡un mes!

Gale sigue satisfecho.

-Gracias, mamá.

Posy tira de la falda de Hazelle. 

-Mamá, y con las verduras que hemos cogido comeremos bien esta semana.

-Sí, Posy, muchas gracias, pequeña cazadora.

Ella sonríe.

-Mirad todos, soy Posy Hawthorne, ¡la mejor cazadora nunca vista!-Coge mi arco y escala torpemente una pequeña roca. Intenta coger el arco como lo hago yo, pero no lo consigue. Se cae de culo al suelo.
Todos nos reímos; Posy incluída.

La cena consiste en carne de ciervo, por supuesto, con una menestra de verduras.

-Venga, ¡a la cama!-Anuncia Hazelle.

Vick, Rory y Posy, obedientes, se meten en la cama, bostezando. A los cinco minutos se empiezan a oir sus respiraciones profundas. Busco con la mirada mi cama.

-Esta ahí.-Mi madre me señala con el dedo la cama en la que dormiré una semana entera. Me fijo en que Gale está al lado mío. No sé por qué, pero la situación me incomoda. Me mira y da unas palmadas en mi cama, invitándome a ir.

Me acerco despacio, pero sin que se me note la inquietud y me meto en la cama. 

-¿Qué.... Tienes sueño?

-Bueno, si, no, a medias....-termino la frase con un bostezo.

-Venga, a dormir.

-Buenas noches.

-Buenas noches.

Alguien apaga la luz y con el último rayo de luz de la lámpara, en los ojos de Gale consigo ver una chispa de.... ¿Deseo? Sinceramente, no me interesa saber más. Sólo quiero centrarme en Tris, Cuatro.... Me vuelvo a reír para mí misma. Que nombres tan ridículos.

No pienso más.

El sueño cae sobre mí intensamente.


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