Capítulo 8 ^-^

Hola divergentes mentalmente desorientados¡¡¡
Este capítulos os le dedico a todos los que estáis ahí ,por hacer de este blog un sitio maravilloso ^^
Espero que os guste *_*

Capítulo 8 - Tris

-¿Han tomado hoy el autobús?- Digo rápidamente.

-Si- Responde.

Susan y Robert lo miran y sueltan unas risitas. Yo los imito, pero en realidad un pensamiento se me va difuminando por la mente: Caleb se ha quejado. Un abnegado nunca lo haría. Es pensar en sí mismo.

Pero creo que no debo preocuparme. Aunque en realidad tengo curiosidad por la prueba de actitud de Caleb. El tiene todas las cualidades de un abnegado. Reservado, Amable…en cambio todos los libros escondidos en su dormitorio me desconciertan. Susan y Robert se ván.

Caleb me agarra de la manga y me lleva prácticamente a rastras hacia el interior de la casa.

-¿Vas a decirme la verdad?- Dice.

-No tengo porque decírtelo. Se supone que no debemos compartirlo con nadie.

En ese momento sus cejas se juntan y baja la vista hacia el suelo.

Creo que realmente quiere  mi respuesta.

-¿Y qué hay  de ti Caleb?¿Qué pasó con tu prueba?.

-Solo…no les digas a nuestros padres lo que pasó ¿de acuerdo?

Nuestros ojos se cruzan por un momento.  Asiento.

Poco después llegan mis padres. Mama nos recibe con una gran sonrisa. Papá en cambio entra con el ceño fruncido.

-¿Mal día?- Pregunta mamá.

- Lo siento. … ¿qué tal las pruebas hijos?-

-He oído que hubo algunos problemas- Dice mamá.

-¿Enserio? No tenía ni idea. ¿Qué es lo que a ocurrido?- Responde papá.

Abro la boca para contestar pero Caleb se me adelanta.

-No ocurrió nada- Dice mientras me lanza una mirada que hace que un escalofrío me recorra la espalda- ¿Verdad Beatrice?

-Verdad- Respondo. Nos damos las manos y papá le da gracias a Dios por nuestros alimentos.

-y bien querido… ¿qué es lo que te molesta?¿Es acerca del informe público de Jeanine?

-¿Un informe?- Pregunto.

Caleb me mira una mirada. Se supone que no debemos hablar en la mesa sin permiso de nuestros padres.

-Si- Responde mi padre entre dientes.- Aquellos arrogantes mojigatos…lo siento…dio a conocer un informe que ataca el pensamiento de Marcus.

-¿ Y qué es lo que pone?- Pregunto

-Beatrice- Vuelve a regañarme Caleb en voz baja.

Las mejillas se me tiñen de color rojo. Odio ser reprimida. Sobre todo por mi hermano.

-Trata sobre el hijo de Marcus. El que desapareció hace dos años. Tobías.- Dice papá

No sabía que Marcus tuviera un hijo.

-Pobre hombre, como que necesita que le recuerden la pérdida de su familia.- Dice mi madre

-Querrás decir la traición de su hijo. Los de sabiduría nos han estado atacando estos últimos meses. Y estoy seguro de que habrá más.

-¿Y porque hacen esto?

-Beatrice, ¿no crees que es un buen momento para escuchar a tu padre?- Dice mi madre.

Noto que Caleb ha clavado la mirada sobre mí. Esa mirada de desaprobación.

-Te lo contaré. Es porque tenemos algo que ellos no tienen. Hijos, Nosotros valoramos mucho los conocimientos.- Dice mi padre.

Me levanto. Creo que he vuelto a tener pesadilla, mas que nada por la forma en la que está mi cama. La colcha en el suelo del lado izquierdo. La sabana al derecho.

Me visto y voy hacia la habitación que hay al lado del cuarto de baño. Mamá me está esperando.

-¿Estas lista?- Dice mientras coge las tijeras

-Sí- Respondo, aunque no se si se refiere a mi corte de pelo o lo que nos espera hoy. Seguramente lo segundo.

Cuando termina tomo el desayuno y me dirijo junto con Caleb a un autobús lleno de abnegados. Durante el camino no se escucha nada. La presión puede conmigo y agarro la mano de Caleb lo más fuerte que puedo.

Llegamos. Caleb y yo nos colocamos tras un grupo de abnegados que han llegado con nosotros. Siguo aferrada a su mano y no creo que la suelte. Después me fijo en la plaza principal. En ella hay cinco cuencos de metal. El primero contiene agua de Sabiduría, el segundo carbónes encendidos para Osadía, tierra para Concordia, piedras grises para Abnegación y vidrio para Verdad.

Sube al escenario Marcus y da el mismo discurso que da cada representante de cada facción todos los años.

Cuando acaba su discurso llaman al primero:

-James Tucker.

 Presiona un cuchillo sobre su mano y hecha unas gotas sobre el vidrio de sinceridad. Yo no lo haré.

-Caleb prior.- Agarro fuertemente su mano. No quiero dejarlo marchar. Pero cedo.

Sube al escenario coge el cuchillo que Marcus le ofrece. Lo presiona sobre la palma de su mano dejando que unas gotas de sangre cullen sobre el suelo. Se queda quieto un momento. En ese momento levanta la mano. Contengo la respiración. Sus gotas caen sobre el agua de Sabiduría tiñéndola de un color oscuro.

Me quedo quieta. No puedo moverme. Me fallan las piernas. Ahora no tengo elección. Caleb ha decidido por mí. No puedo fallar a mi familia. Tengo que quedarme.

Veo como Caleb se incorpora detrás de un grupo de Eruditos, entre murmullos

-Orden, orden- Grita Marcus. Un abnegado trasladado a Erudición o a la inversa es algo antinatural. Noto que me arden las mejillas ¿Cómo ha podido?

-Beatrice Prior- Decidida atraviesa la multitud y subo al escenario.

Marcus me ofrece el cuchillo. ¿Me dolerá?

Es la única pregunta que tengo en este momento.

Presiono la cuchilla lentamente. No noto el dolor. Lo único que noto ahora son los latidos de mi corazón y todas las miradas de los allí presentes clavadas en mí.

-Adelante- Me dice Marcus.

Levanto mi mano sobre las piedras. La gota de sangre se desliza sobre mi mano, y antes de que caiga doy un giro bruscamente, haciendo que la gota caiga en el carbón encendido. Veo a mi madre, sonriendo. Mi padre en cambio está malhumorado. Bajo las escaleras y me coloco tras los Osados.

En ese momento lo único que deseo es pasar rápidamente la fase de iniciación y tumbarme en mi litera. En cambio la tierra se mueve bruscamente bajo nuestros  pies haciendo que todo el mundo pierda el equilibrio y caiga al suelo.

Silencio.

Ruidos escandalosos

La tierra vuelve a moverse.

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