Capítulo 22 - Tris.
Una sombra,
detrás nuestro, se aproxima. Levanta algo en lo alto, y antes de darme tiempo a
impedírselo, lo impacta sobre el cráneo de mi nueva amiga. Katniss cae al
suelo. Inconsciente.
-¡KATNISS!
¡KATNISS!
La
sacudo todo lo que mis brazos me permiten, le doy algún que otro tortazo en la
mejilla. Nada. Respiro profundamente. Saco la cantimplora que guardo en la
mochila. La dejo fluir sobre la cara de Katniss, que se ha teñido de un color
blanco pálido. Nada.
-Se
pondrá bien.
Me
giro. Eric sostiene a Cuatro de una manera vergonzosa, haciéndolo parecer débil
después de su pelea con Gale. Gale. ¿Dónde está?
-Tranquila,
se lo han llevado donde no pueda atacar a nadie.
-¿Me
lees el pensamiento?
-No,
simplemente descifro tus ojos.
Un
escalofrío recorre mi columna. Sus palabras suenan aterradoras. No lo soporto.
Sobre todo su poder de autoridad ante los demás.
-Vendrán
a recogerla.
-Me
quedo con ella hasta entonces.
-Como
desees
Agarro
a Katniss de la mano. Seguramente pensará que todo estaba planeado. O quizá me
equivoque. Todavía no la conozco tan bien como para saberlo.
Un
trasto enorme aterriza junto a nosotras. De él salen unos hombres vestidos de
blanco. Cogen a Katniss y se meten. Me quedo fascinada con aquél artilugio.
Cuando
me doy cuenta el objeto ya se encuentra en el aire, dispuesto a encaminarse
hacia la muralla.
Estoy
de rodillas sobre el suelo. Justo en el lugar donde Cuatro fue atacado por
Gale. Miro a mí alrededor. Me encuentro totalmente sola. Recojo mis cosas, las
meto en la mochila y sigo al trasto, sin necesidad de sacar el mapa para
localizar el camino hacia la muralla.
-Se
llama aerodeslizador.
-Gracias.
Cuatro
se encuentra rodeado de largas vendas acompañadas de un ancho y grueso
collarín.
-Parece
que molesta mucho.- Digo para romper la tensión
-Veo
que se te da bien este juego.
-Solo
intentaba animarte.
-Ya, lo
siento, pero me siento mal.
-No sé
por qué, pero me lo creo.
-Ja,
ja.
-No
podía aguantar. Perdón.
-No te
preocupes. ¿De verdad te cae bien esa chica?
-Sí. Me
gustaría saber como se encuentra.
Cuatro
hace una larga pausa haciendo que me incomode.
-¿Te
gustaría verla?
-¡Sí!
Cuatro
me tiende la mano.
-Sígueme.
“Paso
autorizado”. En la puerta, Inscritas en una placa de metal, se encuentran estas
palabras.
-Cuatro,
no podemos entrar. Al menos yo.
-No
tiene por qué enterarse nadie ¿no?
-No-
digo entre dudas.
Entramos.
Un ambiente agradable invade el aire de la sala. Cámaras. Cámaras en todos y
cada uno de los huecos de las paredes. En el centro un enorme panel de control.
Cuatro
se acerca al panel y pulsa un botón arrinconado en el extremo izquierdo. 12 de
las cámaras cambian sus grabaciones y se centran en una especie de cárcel.
Tiene gruesos barrotes de hierro. Hay muchísima gente.
-Su
nombre es Katniss ¿verdad?- Pregunta Cuatro.
-Sí.
Cuatro teclea
el nombre. La cámara encargada de enfocar la jaula número 12 centra a una chica
morena, con una trenza al lado, de unos impactantes ojos grises. Está sentada
en el suelo, junto aún chico rubio. Están dialogando entre ellos.
Me
alegra saber que está bien.
-¿Puedo
verla personalmente?
-Lo
siento, pero me temo que eso no es posible.
Me
entristezco un poco. Necesito hablar con ella.
-Seguramente
no la vuelvas a ver hasta la ceremonia de elección.
-Gracias
Cuatro.
Salgo
de la sala. La puerta se cierra detrás de mí.
-No
tienes por qué dármelas.
El
megáfono se enciende.
Llegó
el momento.
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