Capítulo 24.

¡Hola chicos! No me enrollo que tengo que estudiar...disfrutad del capi ^^

 Capítulo 24 - Tris.

-Cuatro, no creo que sea muy buena idea someter a toda una población entera a las simulaciones sin tan solo explicarles que es.

-Pero eso no está en nuestras manos Tris. Nosotros tan solo acatamos las órdenes.

-No me parece justo.

-¿Te crees que a mí sí?

-Bueno, ¿y no podemos hacer algo al respecto?

-Me temo que no, Tris.

Veo el tono de decepción reflejado en los profundos ojos de Cuatro, lo que me hace aceptar que lo mejor es dejar las cosas tal y como están. Por el bien de todos.

Esperamos durante minutos que se convierten en siglos.

Oigo el nombre del siguiente chico. Katniss ha terminado.

-¿Puedo ir a verla?

-¿A quién? ¿a esa chica? No comprendo por qué te preocupa tanto.

-No es que me preocupe. Recibió un buen golpe en la cabeza y me gustaría ver personalmente como está. Eso es todo.

Veo como Cuatro esboza una diminuta sonrisa. No conseguiré que trage mis palabras tan fácilmente.

-¿Qué te parece si voy a verla yo?

-¿Tú?

-Sí, yo.

-¿Y por qué motivo tu puedes verla y yo no?

-Porque te recuerdo que a pesar de lo ocurrido, tú aún eres una iniciada y yo soy tu instructor.

Esas palabras actúan sobre mi boca como un trozo de cinta adhesiva. Quiero contestarle. Pero no sé como.

-Hagamos una cosa, voy a verla y si ella solicita tu presencia…

-¡¿Me dejaras ir?!

-No Tris. Debes meterte en esa dura cabecita que no estoy solicitado para ello. Te lo he explicado muchas veces.

-Ahora lo entiendo todo. Estas solicitado para responsabilizarte de que cometa una penalización por dejar mi puesto y fugarme contigo pero no  para permitirme pasear por las jaulas.

Cuatro no contesta. Aunque no hace falta. El portazo que deja tras sí responde a todo.

Me dispongo a salir, pero antes hecho un último vistazo a las cámaras. Cuatro ya se encuentra junto a Katniss y su amigo, Gale creo recordar. También el chico rubio les escucha atentamente. Un guardia abre la puerta. Un chico entra y una chica, llamada por altavoz, sale. El chico parece traumatizado. Me padezco de él. Observar como un perro se abalanza sobre una niña indefensa ,sin darse cuenta de que no son más que simulaciones, debe ser agónico.

Salgo de la habitación.

Camino malhumorada hasta mi dormitorio. Christina me espera allí.

-¿Dónde has estado?

- En el baño.

-¿Dos largas horas en el baño? No me lo creo.

-Vale de acuerdo.- Digo mientras mi cabeza trabaja buscando una escusa mas creible.- Me perdí por estos pasillos y hasta que Cuatro no me encontró vagando por ahí he andado de puerta en puerta.

Christina pone cara de asombro junto a una chica mas que se une.

-¿Y has encontrado algo interesante?- Pregunta la chica.

-No mucho.

-Qué lástima, porque he oído que hay unas cámaras que mantienen a los presos alerta.

El color de mi cara palidece de una forma totalmente inexplicable. Las cámaras. No las apagué.

Noto la necesidad de salir corriendo. Cuatro podría tener serios problemas por mi culpa. Y no se los debo.

-Me he dejado la mochila en…ahora vuelvo- Digo entrecortando palabras.

-Pero si tu mochila está aquí.- Me chilla Christina. La oigo pero la ignoro.

Cuando llego la puerta está entreabierta. Me asomo lentamente. Eric.

Quiero darme media vuelta y huir fuera de él. Pero su fría voz me detiene.

-Tris, ¿verdad?-Dice sin girarse.

-Si.- Respondo en tono firme en seguro. Aunque esas dos cualidades no son como me siento realmente.

-Y bien, Tris, explícame por qué no estás en tu correspondiente dormitorio con tus compañeras.

-Creí haber dejado la mochila por aquí.

Esta despaldas a mí. Pero mis instintos me dicen que acaba de esbozar una maléfica sonrisa.

-¿Y por qué debería estar aquí? ¿Acaso no sabes que esta es una habitación no autorizada para iniciados?

-Si.-respondo simplemente. Me he metido en un lío. No sé que hacer.

-No me gustas Tris.

-El sentimiento es mutuo.- Me tapo la boca. Era simplemente un pensamiento. No se porque mi boca a formulado esas palabras.

Eric se da la vuelta. Me mira de arriba abajo. Arquea las cejas mientras una pícara risa se forma sobre sus labios.

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